INVICTUS

Hoy en este día, en esta noche en silencio, medito desde lo más profundo de mi alma el bello poema de William Ernest Henley. “Invictus”, un gran poema, de una belleza melancólica, victoriana, marmórea, impresionante, sobrecogedora, es un bello canto a la Fe, a la Libertad y a la resistencia humana enfrentada a los momentos más desoladores, solitarios y terribles de la existencia. No es de extrañar que este poema le sirviera de guía y consuelo espiritual a Nelson Mandela mientras estaba encarcelado y era humillado y vejado por sus ideas, por su compromiso ético con los suyos, consigo mismo.

Este poema me llena de fortaleza, de luchar por la Libertad, de llenarme de Fe, de tener un solemne compromiso con todos los dominicanos(as) y con mi persona. Más aun cuando he visto el abuso cometido de una multinacional llamada CISCO contra los Dominicanos en el área de tecnológica. Por lo cual me motiva tomar nuevamente la lucha por la DIGNIDAD que llevamos los Dominicanos.

Por eso deseo compartir este poema con cada dominicano(a) y decirles a todos mis compatriotas que saldremos ganadores, saldremos INVICTUS

Este es uno de los poemas que me llena de fuerza, espero que te guste también.

INVICTUS
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.